Criterios para elegir los juguetes

A la hora de seleccionar un juguete debemos tener en cuenta varios factores: la edad del niño y la de desarrollo, qué queremos desarrollar con el juego y cómo se va a jugar (con otros niños, solo, en familia, en casa, en espacios libres). Todas estas variables nos ayudan a poder seleccionar el juego más adecuado.

La Academia Americana de Pediatría nos da algunos consejos que nos pueden ayudar a seleccionar juguetes para los más pequeños, y el concepto inicial es que hay que ir a lo básico, categorías de juguetes tradicionales que cubran estas áreas:

• Habilidades motoras finas y manipulación: En este apartado entrarían por ejemplo bloques, figuras, moldes, rompecabezas. Esto les fomenta las habilidades motoras finas a la vez que el desarrollo del lenguaje y el cerebro, siempre aparejado al uso de nuevo vocabulario y la creación del lenguaje.

• Simbólicos/simulación: Aquí entran muñecas, animales, alimentos, carros, etc… Con estos juegos imitan momentos y acciones de la vida diaria, ayudándoles a expresar emociones y crearse el lenguaje adecuado. La imaginación es el hilo conductor y el pilar del desarrollo emocional y social.

• Habilidades motoras gruesas/físicas: Cualquiera que les ayude a moverse como pelotas, triciclos, carretillas, cuerdas,... Esto también les permite mejorar las relaciones interpersonales, ya que tienen que negociar las reglas con otros niños.

• Arte: Cuadernos, pinturas, ceras, plastilina, arcilla,… Son las herramientas perfectas para liberar la imaginación, la creatividad y mejorar la motricidad fina.

• Lenguaje/conceptos: Juegos de mesa, naipes, letras, libros. Todos ellos ayudan a afianzar el lenguaje y a manejar conceptos complejos, a la vez que son un vehículo perfecto para ayudarles a expresarse y quizá la mejor forma de involucrar a padres y madres en el juego con ellos.

En definitiva, en este tipo de juguetes y juegos su hijo encontrará un aliado perfecto para desarrollar sus habilidades, pero los padres debemos tener siempre en cuenta que la mejor ayuda para que se desarrollen es nuestro cariño. Si tuviéramos que crear una ecuación, sería esta:

Felicidad o éxito personal= querer + creer.